domingo, 11 de octubre de 2009

San Rafael Arnáiz Barón, ruega por nosotros

Hoy es un día grande. Hoy la Iglesia está de fiesta, entre otros beatos que el papa Benedicto XVI ha proclamado santos se encuentra el "Hermano Rafaél". Si se me pregunta cuando empezó mi devoción por este santo de la humildad no sabría que responder. Quizás fuera en mi época de estudiante de bachillerato, quizás en la universidad, no lo se. Pero lo que es claro es que siempre ha estado en mi corazón, siempre me he encomendado a él y sus testimonios y sus mensajes han ilustrado y animado desde siempre mi siempre frágil vida espiritual.

¡Cómo me hubiera gustado estar en Roma! ¡Cómo hubiera vibrado cuando el papa Benedicto XVI haya declarado solemnemente que "En honor a la Santísima Trinidad, por la exaltación de la fe católica y el incremento de la vida cristiana, con la autoridad de nuestro Señor Jesucristo, de los Santos Apóstoles Pedro y Pablo y Nuestra, después de haberlo deliberado largamente, invocado muchas veces la ayuda divina y escuchado el parecer de nuestros hermanos en el episcopado, declaramos y definimos santo al beato Rafaél Arnáiz Barón y lo inscribimos en el colegio de los santos y establecemos que en toda la iglesia sea devotamente honrado como santo".

Está claro que la vida de Rafaél Arnáiz Barón se ha ajustado al «canon» de Cristo y que por lo tanto puede ser inscrito en el libro de los santos y como tal puede ser invocado por todos los cristianos. De sus cartas, de sus escritos, de sus poemas, de sus dibujos, de su pensamiento y de su vida en suma, me parece deducir que San Rafaél miraba a Cristo, le buscaba y trataba en intimidad con él; y que decir de su amor por la Santísima Virgen. Ella era igualmente una presencia constante, un faro, una referencia, incluso, o sobre todo, cuando la oscuridad del desaliento y la enfermedad eran una amenaza para él. Cristo y María unidos, incluso cuando pelaba patatas o luchaba contra las "piruetas de los nabos".

Hoy es un dia grande, tenemos en el cielo -ya estaba en él- un nuevo intercesor. Un nuevo mediador que no dejará de tender su mano hacia todos aquellos que le invocamos y que vemos en él un modelo a seguir. Me pongo - siempre lo he estado- bajo su protección y pongo también a todos los jóvenes de mi familia, de España y del mundo entero. Ellos necesitan de alguien en quien mirarse, que les sirva de referente y de quien puedan tomar ejemplo; alguien que les hable no con abstracciones o con futuribles, sino con el testimonio de su propia vida. Y ese es Rafaél Arnáiz Barón, el Hermano Rafaél, San Rafaél, un santo de nuestro tiempo y para nuestro tiempo que vivió su vida de joven en plenitud, con alegría, entrega y vitalidad, pero también con inquietudes y preocupado por lo que ocurría a su alrededor. Me parece muy buena su elección como copatrón de la Jornada Mundial de la Juventud que se celebrará en Madrid en 2011. Seguro que su influencia se hará notar y serán muchos los frutos que se desprendan de esta jornada de oración y convivencia.

San Rafaél Arnáiz Barón, nos encomendamos a tu protección, ruega por nosotros!!!!!!